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Fiscales buscan pena de muerte para 6 reos de Guantánamo

Según el brigadier Thomas Hartmann, los presos están acusados de haber desempeñado un papel clave en los ataques del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Dpa
Publicado: 11/02/2008 08:33

Washington. Estados Unidos pedirá la pena de muerte para seis presuntos terroristas acusados de desempeñar un papel importante en los atentados del 11 de septiembre de 2001, en un juicio militar que aún no tiene fecha y que amenaza con sacudir los cimientos legales del país.

El brigadier general Thomas Hartmann explicó este lunes que el ejército presentó cargos contra el presunto ideólogo de los ataques, Jalid Sheij Mohammed, así como contra Mohammed Qahtani, quien supuestamente fue el "secuestrador número 20", y Ramzi bin Shibh, el presunto punto de contacto entre los secuestradores y la cúpula de Al Qaeda.

Los acusados, que se encuentran en la prisión militar estadunidense de Guantánamo, en la isla de Cuba, serán juzgados por las comisiones militares ordenadas por el presidente estadunidense, George W. Bush, y aprobadas por el Congreso en 2006, según explicó Hartmann, asesor legal del Pentágono.

Los otros tres acusados son Ali Abd Aziz Ali, sobrino y lugarteniente de Mohammed, Mustafa Ahmed Hawsawi y Walid bin Attash. En total, están acusados de 169 delitos, y el Pentágono pretende que sean juzgados todos juntos.

Los seis enfrentarán cargos de conspiración violación de las leyes de la guerra al cometer asesinatos, ataques a personas e infraestructuras civiles, ocasionar serias lesiones corporales, destrucción de la propiedad, terrorismo y proporcionar apoyo material para el terrorismo. Cuatro de ellos - Mohammed, bin Attash, Shibh y Ali - están además acusados de secuestro.

La Casa Blanca aseguró expresamente que el presidente Bush no intervino en la decisión de perseguir la pena capital para los acusados.

Los cargos deberán ser ahora revisados y aprobados por una oficial militar, Susan Crawford, una antigua juez militar de apelaciones, que establecerá si la pena de muerte está justificada en los casos, indicó Hartmann. El juicio en sí podría comenzar en unos tres o cuatro meses y podría durar años.

Los juicios están aún a meses de su eventual comienzo, pero la controversia ya está servida. Varios grupos de derechos civiles estadunidenses cuestionaron la actuación del ejército estadunidense, especialmente por las acusaciones de torturas a los acusados para obtener sus confesiones y por la, a su juicio, dudosa equidad de los tribunales.

El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Michael Hayden, reconoció la pasada semana que para interrogar a Mohammed y otros dos detenidos se usó el "submarino", que consiste en hacer creer al preso que se está ahogando y que no es considerado tortura por el gobierno estadounidense.

"Es imposible un juicio creíble bajo un sistema viciado de comisiones militares que carece de las protecciones de un proceso debido y que permite la admisión de testimonio coercitivo, posiblemente obtenido con prácticas condenadas en todo el mundo como tortura", afirmó Anthony D. Romero, director ejecutivo de la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU). "El sistema legal estadunidense será sometido a juicio en estos casos tanto como los propios detenidos".

En la misma línea se manifestó el Centro para Derechos Constitucionales a través de un comunicado. "Las comisiones militares en Guantánamo permiten pruebas secretas, testimonios de oídas y evidencias obtenidas a través de torturas. Son ilegales, inconstitucionales y una perversión de la justicia. Ahora el gobierno quiere ejecutar a gente partiendo con estas pruebas que carecen absolutamente de fiabilidad y están manchadas. Es difícil imaginar un sistema moralmente más reprobable".

Hartmann rechazó comentar las dudas sobre las pruebas, y defendió el sistema. "Seguiremos el imperio de la ley, aplicaremos el imperio de la ley". "La admisibilidad de las pruebas será determinada por la fiscalía, la defensa peleándolo y un juez militar que tomará la decisión".